Se fue un grande: Rubén Alvarez

Con sólo 53 años, y tras una dura enfermedad con la que luchó con entereza hasta el final, falleció Rubén Alvarez, uno de los grandes jugadores que dio el golf profesional argentino. Nacido en Pilar, pero identificado con Smithfield, el club de Zárate en el que fue profesional durante muchos años, Rubén, o el Pitufo, como cariñosamente se lo conocía en el ambiente del golf, dejó el recuerdo de un hombre querido por sus pares, que lo agasajaron en varias oportunidades en los últimos años, con torneos y laguneadas. Y también una carrera golfística cargada de éxitos, que labró con su gran potencial y un swing admirado por todos. Dueño de un manejo de pelota difícil de equiparar, Alvarez comenzó como caddie y se hizo profesional en 1982, cosechando 28 triunfos en los más diversos ámbitos, entre los que se destacan el Norpatagónico de 1991 y 1995, año en el que también consiguió su máxima victoria, el Campeonato Argentino de Profesionales, jugado en el Hindú Club. Otro hito importante en su carrera fue el título del Abierto del Sur de 2003, que sería su última victoria en el circuito nacional. Ganó el Orden de Mérito del tour argentino en 1991, año en el que representó a la Argentina en la Copa del Mundo, en Italia, junto a Eduardo Romero (también actuó junto a Antonio Ortiz en esta competencia), obteniendo el tercer puesto de la clasificación individual. Representó al país en la Copa Dunhill, y compitió en el Tour Europeo entre 1990 y 1995. En 1994 disputó el British Open, logrando superar el corte en un torneo que tuvo como vencedor a Nick Price.
En el Challenge Tour logró dos segundos puestos, en el Ramlösa Open y el Jede Hot Cup, ambos jugados en Suecia, mientras que en el Tour Europeo consiguió dos Top 10, en el Tenerife Open de 1994 y el Madeira Island Open, de 1995.